PRESENTACIÓN DE LA PLENARIA

Santidad,

    en su itinerario de búsqueda a lo largo de las coordenadas principales que surcan el mapa de la sociedad contemporánea, tras haber afrontado el horizonte variado y complejo de las culturas juveniles a partir de sus lenguajes (la música, lo digital, el deporte), el Consejo Pontificio de la Cultura ha decidido adentrarse en un camino no menos vasto y rico de matices variados. Se trata de las culturas femeninas, una expresión convencional, acaso discutible. Esta quiere simplemente manifestar la conciencia de que existe una “mirada” sobre el ser y el existir, sobre el mondo, la vida y la experiencia que es propio de las mujeres  

Es una perspectiva no separada o alternativa respecto a la masculina, sino dotada de una originalidad propia, que en el pasado ha sido con frecuencia ignorada, cuando no conculcada, todavía no suficientemente comprendida y valorada. A veces, en efecto, está radicalizada y exasperada, otras veces, en cambio, se ve homologada al modelo dominante de impronta masculina. Cuatro han sido los puntos cardinales de nuestro análisis, preparado por un recorrido propedéutico y desarrollado en estos días guiados y acompañados por un grupo de mujeres que expresaban la múltiple variedad del compromiso femenino en la familia, en la sociedad, en el trabajo y en la cultura.

Ante todo, la búsqueda de un equilibrio entre igualdad y diferencia; en segundo lugar, la “generatividad” como código simbólico que, por tanto, va más allá de la mera cuestión biológica; en tercer lugar, el cuerpo femenino, signo no sólo fisiológico, sino cultural y, por último, la presencia de la mujer en la Iglesia con su participación activa. Son estas las cuatro trayectorias de una primera profundización que conocerá ulteriores recorridos en el trabajo futuro de nuestro Dicasterio, gracias también a la colaboración de una consulta femenina permanente.

Los miembros, los consultores y las asesoras que han participado directa o indirectamente en este proyecto están aquí con Usted, Santo Padre, para poner un sello a esta primera etapa con su mensaje y su bendición. En este itinerario nos acompaña la guía fundamental de la Palabra de Dios, repleta de figuras femeninas sonrientes y sufrientes, activas y humilladas, pero que al final nos advierte sobre una verdad última y fundamental. La “imagen” del Dios creador está en la unión y en el amor del hombre y de la mujer (Génesis 1,27), y en la fe cristiana «ya no hay ni judío ni griego, ni esclavo ni libre, ni hombre o mujer, porque todos somos uno en Cristo Jesús» (cf. Gálatas 3,28).

S. Em. Cardenal Gianfranco Ravasi

7 febrero 2015

Discurso del Papa a los participantes:

http://press.vatican.va/content/salastampa/it/bollettino/pubblico/2015/02/07/0099/00220.html