Resumen:
Durante los últimos 20 años, la cultura occidental ha reconocido la presencia y la importancia de la "inteligencia emocional". Hasta entonces, para determinar la capacidad de un individuo se usaba el CI (cociente intelectual). Posteriormente, la psicología ha identificado el componente de la inteligencia emocional, que va unido a la capacidad de una persona para establcere relaciones y comprender a los demás. Fundamentalmente, postula que la inteligencia está modelada por nuestro ambiente y no sólo por la genética. Las implicaciones de esta visión van mucho más allá del éxito en el campo de los negocios. A partir de estas teorías, podemos comenzar a comprender una componente fundamental, quizá ausente en algunos casos, en la acción y formación de la Iglesia con los jóvenes.
Dr. Pia de Solenni ies teóloga moral y analista cultural. Participa habitualmente en medios de comunicación laicos y en ambientes académicos. En noviembre de 2001 recibió del Papa Juan Pablo II el premio de las Academias Pontificias por su tesis doctoral.